Tío de Rosario Ponce, Médico, Comandante y rescatista, aunque participó en la búsqueda de los jóvenes a partir del 10 de Abril, no participó en la patrulla que encontró a Rosario. Es presidente de la Brigada Élite de Auxilio y Rescate (BEAR) – Caraz, ONG dedicada a labores de rescate en el Callejón de Huaylas.
El crimen perfecto 
Su participaciòn no trascendiò aparentemente. Es de suponer que sus servicios fueron solicitados por la familia de Rosario, con todo derecho y el Sr. tuvo que viajar màs de 1,400 km para integrarse a la bùsqueda ya en marcha o en su defecto para organizar su propio grupo para el mismo objetivo. Ha mantenido perfil bajo y se entiende que una vez logrado el 50% de los objetivos (que seguro para èl, con todo derecho era el 100%) retornò a su lugar de trabajo y a sus labores habituales. No hay al parecer nada que cuestionar a este señor. Solo señalar que si la familia de Ciro hubiera recibido la informaciòn a tiempo (si no la «retenia» Mattos o algùn otro por alguna razòn que debe investigarse) quizà tambièn hubieran tenido la oportunidad de convocar por cuenta propia a algùn especialista que se abocara de inmediato a intentar la ubicaciòn y/o el rescate de Ciro. Creo que el muerto era tan «piña» que ni eso fue posible para èl. Se le rompieron las zapatillas, se atrevia a bajar sin equipo por zonas peligrosas, algunos quizà ya no lo buscaban a èl(no olvidemos nunca el «apùrate que aùn no ME encuentran»), etc. A juzgar por los que han intentado (sin èxito hasta ahora) explicarse las causas de la muerte de Ciro, el difunto era tan infortunado que, si organizaba un circo, los enanos empezaban a crecer.